«Jesús quesillo», el venezolano que honra a su padre vendiendo postres y se volvió viral en Colombia

Esta es la historia de Jesús Riaño, un venezolano de origen humilde, que actualmente vive en Colombia, tierra en donde su padre nació, y de quien aprendió el valor del trabajo honrado.

Es curioso como la vida a veces nos da tremendas lecciones, Jesús, conocido actualmente como @jesusquesillo cuando tenía 8 años, no le gustaba que su papá saliera a las calles con un «cochecito» a vender quesillo para llevar el pan a la casa. Incluso ha confesado en entrevistas que lo criticaba. Pero la vida lo llevó a salir de Venezuela cuando tenía 19 años, empezando una nueva vida en Colombia y con el ímpetu de la juventud, Jesús decidió emprender para hacer lo mismo que su padre: «mantener a su familia».



Comenzar de cero en otro país no es fácil, ya muchos venezolanos han experimentado esta realidad, pero muchos también con sus historias han demostrado que tampoco es imposible.

Así que Jesús copio la idea de su papá, y comenzó a vender quesillos. Tenía un pequeño puesto y después sacó un coche que adaptó para las ventas en la calle.



Las redes lo catapultaron

Siete meses después de haber emigrado, tuvo su primer puestico en la localidad de Suba, la que en ese momento era su casa.

Solo uno le bastó, para salir a la calle y darse a conocer y creer que replicaría aquel éxito que veía de pequeño en un nuevo país, costara lo que costara y a pesar de que, en un principio, no le salían nada bien las mezclas, recuerda.

«El calor no fue suficiente, las ollas no eran las correctas, los ingredientes no eran de la calidad que buscábamos… Pero eso no me detuvo para crear una versión mejorada de lo que en Colombia conocen como ‘leche asada», dice.

Su popularidad subió como la espuma en un santiamén, razón por la cual tuvo que darse de baja de su trabajo en el restaurante y dedicarse por completo a la elaboración de quesillos tradicionales con sello venezolano basados en una receta familiar.

Fue tanta la demanda que la cocina de su casa, que funcionaba como centro de producción, se hizo pequeña. Comenzó preparando 3 o 4 bandejas de quesillos al día, es decir, entre 40 y 50 pedazos (dependiendo del tamaño, grandes de hasta 10 cm y pequeños de hasta 4). Y no quedaban ni las sobras, sino puro caramelo derretido adornando las vaseras.

Pasó un año y llegó a tener operando hasta 30 carritos en el área metropolitana de Bogotá, donde 30 familias, un 90% venezolanas, se beneficiaban del negocio.

Pero llegó la pandemia. Como consecuencia, quebró.

Para subsistir y mantener a sus dos hijas, de 5 y 8 años, intentó cambiar de rubro y abrirse camino vendiendo accesorio de celulares y otros dispositivos. No funcionó porque en su mente seguía dándole vueltas el éxito de su quesillo.

En 2021 entonces, y a pesar de que su economía no era la mejor, decidió levantar de nuevo el negocio. Jesús Quesillo estaba de vuelta, pero entraría a la ecuación una herramienta que se convertiría en su aliada y que le daría un vuelco a su negocio. Así pues, las redes sociales fueron su principal impulso, acompañado de un gran amigo humorista Orlando Jerez, mejor conocido como @Triplepapitodelarisa. Fue quien le enseñó cómo moverse en el mundo digital, un universo desconocido para Riaño hasta la fecha.

Para Jesús Quesillo no hay un quesillo perfecto. Cada quién tiene su receta y la adapta a su manera. «Yo hice la mía, siempre inspirándome en mi padre y me empezó a ir bien».

Sin embargo, es bastante estricto siguiendo su fórmula. «El resultado siempre debe ser un quesillo color miel tirando a café», indica.

@Jesusquesillo se ha convertido en toda una celebridad, hace giras por varias ciudades de Colombia, en donde la gente lo espera en filas para comer su quesillo, pero también para conocerlo y tomarse fotos con él.

Incluso ha visitado otros países. Estuvo en Perú, y en una de sus publicaciones agradeció lo que estaba pasando, la alegría con la que lo recibieron, y se sintió honrado de poder inspirar a muchos con su trabajo e historia .

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