La panadería es una excelente terapia. Estos días han estado llenos de «intranquilidad», en la cocina encuentro refugio, calma mi mente, es una catarsis que me ayuda a ordenar los pensamientos.
Este pan enriquecido, con su suave miga y
corteza ligeramente crujiente, es el resultado de una lenta fermentación que le aporta un sabor único.
Espero te animes, y te invito a usar la cocina como alquimia para liberar toda esa tensión que a veces tenemos.
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Ingredientes:
Usé 30 gramos de masa que estoy convirtiendo en Masa Madre, al momento de usarla tenía 4 días de alimentación. Es una masa que inicié con 50% de hidratación. (100 gramos de harina de trigo y 100 ml de agua filtrada)
• Para la masa principal:
• 200g de harina de trigo
• 100 ml de agua tibia
• 4g de levadura seca
• 1 cucharadita de sal
• 3 cucharadas de miel de abejas
• 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• 1 huevo

Preparación:
• Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina, la sal y la levadura.
• Amasa: Agrega la masa madre fermentada, la miel, el aceite, el huevo y el agua a los ingredientes secos. Amasa durante unos 15 minutos, hasta obtener una masa suave y elástica. Si amasas a mano, puedes ayudarte de un poco de harina para que no se pegue.
• Primer leudado: Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cubre con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora y media.
• Desgasifica y bolea: Saca la masa del bol, desgasifícala suavemente y forma una bola. Deja reposar otros 30 minutos.
• Horneado y segundo leudado: Estira la masa en un rectángulo, espolvorea con un poco de harina y dobla como un sobre. Coloca la masa en un banneton o en un bol ligeramente engrasado y espolvoreado con harina. Cubre y lleva a la nevera durante al menos 12 horas (o hasta 24 horas).
• Horneado:

Precalienta el horno a 220°C. Saca la masa de la nevera y colócala sobre una lámina de horno cubierta con papel de horno o puedes usar una cubierta de silicone.
Realiza unos cortes en la superficie con un cuchillo afilado. Rocía con agua y hornea durante 15 minutos a 220°C. Luego, baja la temperatura a 180°C y hornea durante otros 30 minutos, o hasta que el pan esté dorado y suene hueco al golpear la base.
• Enfriamiento: Deja enfriar el pan completamente sobre una rejilla antes de cortarlo.

Consejos adicionales:
• Temperatura ambiente: La temperatura ambiente influirá en el tiempo de leudado. Si hace frío, puede que la masa necesite más tiempo para leudar.
• Hidratación: La hidratación de la masa es importante para obtener una miga más abierta o cerrada. Puedes ajustar la cantidad de agua según tus preferencias.
• Harina: Utiliza una harina de fuerza para obtener un pan con mejor estructura.
• Horneado: El horneado aporta sabor y mejora la estructura del pan. Puedes variar los tiempos de honiado según el tipo de pan que quieras obtener.
¡Disfruta de tu pan casero!
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